“¡Vamos con todo, caiga quien caiga!”, fue la orden que dió el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en medio de operaciones policiales que dejaron hasta ahora a 51 detenidos por acusaciones de corrupción, incluidos altos funcionarios gubernamentales.
La Fiscalía informó que 34 de los 51 arrestados están vinculados con la industria petrolera. Las primeras detenciones fueron a colaboradores de Tareck El Aissami, Ministro de Petróleo.
Uno de los implicados es Antonio Pérez, vicepresidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA); Entra en la lista Joselit Ramírez, superintendente del ente que maneja los fondos de la industria a través de criptoactivos, clave para sortear las sanciones de Estados Unidos.
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El Aissami renunció a su cargo y mantiene bajo perfil. El fiscal general, Tarek William Saab, ha evitado confirmar si es investigado.
Por otra parte, Hugo Cabezas, quien fuera cercano colaborador del fallecido expresidente Hugo Chávez, fue también arrestado, así como el presidente de la corporación responsable de la explotación de minerales como hierro, bauxita, oro y diamantes, Pedro Maldonado, y el jefe de la estatal Siderúrgica del Orinoco (Sidor), Néstor Astudillo.
Todos estos han sido presentados ante la corte. Saab advirtió que “pudieran venir otras detenciones”.
“Y no hay que verlo como algo extraordinario”, acota Parra, alegando que ocurre por “la necesidad de eliminar o remover de círculos de poder a personas que de alguna u otra manera representan una amenaza (para el gobierno) o no están en línea”.

El fiscal general descarta esta hipótesis: “¡Por Dios! ¿Desde cuándo la corrupción, el desfalco, es un hecho político? ¿Dónde está la ideología allí? ¿Robar es una ideología? ¡No, chico!”.
Saab dijo que su despacho ha investigado 31 “tramas de corrupción” en la industria petrolera desde el año 2017, por las que han sido procesados más de 250 exfuncionarios y operadores financieros.
“Dentro del gobierno hay facciones y esas facciones se enfrentan”, alega Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
“Cuando ves la oportunidad de sacar a un adversario o a una facción del camino, pues la sacas porque el poder es un juego de suma cero”. El Aissami, según Alarcón, estaba enfrentado con el grupo que encabezan los poderosos hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, vicepresidenta del país y presidente del Parlamento, respectivamente.
‘’Es ‘valiente’’ embestir la corrupción’’, dice Alberto Aranguibel, analista cercano al chavismo en una columna de prensa, rechazando la “perversa campaña” que coloca a todo el Estado como “un solo órgano carcomido por igual por el cáncer de la corrupción”.
Parra continúa insistiendo que “la corrupción ha sido sistemática y ha sido parte de la naturaleza de este gobierno y del anterior con Hugo Chávez”.
El chavismo “no tuvo este tipo de epifanía que de repente pasan de ser muy corruptos a ser muy correctos”, mantiene Alarcón.
Aunque ese es el mensaje que trata de vender el aparato de propaganda, según Parra: “un despertar de moral” que “está limpiando sus filas”.
Vale mencionar que Venezuela, uno de los países más corruptos del mundo, ocupa la posición 177 de 180 en el índice de Transparencia Internacional.
Redacción de Top Vzla.